segunda-feira, 19 de setembro de 2011

...la diosa Astarté huyendo de la persecución amorosa de Hércules, fundador de la ciudad de Sevilla,vino a refugiarse fundando Triana...Loli, para ti!




...la diosa Astarté huyendo de la persecución amorosa de Hércules, fundador de la ciudad de Sevilla,vino a refugiarse en la orilla occidental del Guadalquivir fundando Triana...

El soplo del viento del Oeste la ha traído,
de la espuma rebosante y sobre el mar profundo
hasta Chipre, su isla, a las costas festoneadas por las olas.
Y las Horas, coronadas de oro,
la han acogido con júbilo.
Con un traje inmortal la han revestido...
Y la han presentado a los dioses,
y todos han quedado sorprendidos a la vista de Cietera
con sus cabello ceñidos de violetas

quinta-feira, 9 de junho de 2011

IBN ARABI...Poeta d' Amor!...los años de Sevilla!...FÁTIMA, para ti.!...¡Luna revelada, con las mejillas cubiertas, del rojo atardecer...






Ibn Arabi.Abū Bakr Muhammad Ibn 'Alī Ibn al-'Arabi (en árabe أبو بكر محمد بن علي ابن عربي الحطمي) (Murcia, 26 de julio de 1165 – Damasco, 16 de noviembre de 1240), más conocido como Ibn Arabi, Abenarabi y Ben Arabi fue un místico sufí, filósofo, poeta, viajero y sabio musulmán andalusí. Sus importantes aportaciones en muchos de los campos de las diferentes ciencias religiosas islámicas le han valido el sobrenombre de Vivificador de la Religión (en árabe محيي الدين Muhyi al-Din) y El Doctor Máximo (en árabe الشيخ الأكبر as-Sheij al-Akbar). Es probablemente la figura más influyente en la historia del misticismo islámico.

¡Qué dolor en mi corazón!
¡Qué dolor!
¡Qué gozo en mi alma!
¡Qué gozo!
En mi corazón arde la pasión como un fuego.
En mi alma se ha puesto una luna de tiniebla.
¡Oh almizcle!
¡Oh luna!
¡Oh ramos sobre la duna!
¡Qué verde!
¡Qué esplendor!
¡Cuánto aroma!
¡Oh boca sonriente, cuya humedad adoro!
¡Saliva cuya miel he probado!
¡Luna revelada, con las mejillas cubiertas
del rojo atardecer!
Desnuda de sus velos,
sería tormento y por ello es esquiva.
Sol mañanero que escala los cielos,
ramo de duna en un jardín plantado,
lo contemplo sin pausa, con temor reverente,
y riego el ramo con suave lluvia celestial.
Cuando se levanta es maravilla en la mirada,
cuando se pone es causa de mi muerte.
Desde que la belleza puso sobre su frente
corona de oro virgen, amo el oro.
Si Satán hubiera contemplado en Adán
el fulgor de su rostro, no se hubiera revuelto.
Si Hermes hubiera interpretado las líneas
que la belleza escribió en su rostro,
no hubiera escrito nada.
Si la reina de Saba la hubiera visto sobre el trono,
no pensara en el suyo, ni en palacios.
¡Oh, el sarh en el valle, el ban en la espesura!
enviadme con la brisa vuestro perfume,
cargado del aroma dulce
de las flores entre sus valles y colinas.
¡Oh ban del valle!, muéstrame tus ramas
y brotes suaves como las líneas de su cuerpo.
Narra la brisa la juventud pasada
en Hágir, en Miná y Qubáe ,
y en la dunas donde el valle se tuerce
junto al vedado,
y en La’la, donde pacen las gacelas.
No es extraño, no es raro
que un hombre se enamore de las bellas
y, cuando arrulla la paloma,
con el nombre de su amada se extasíe.
Y ¡qué gozo!

La figura de Ibn Arabí supera las fronteras geográficas e históricas, culturales o religiosas, y se extiende a todo aquel que quiera y pueda comprender que "Dios no oculta nada al humano que comprenda que es Uno con Dios".

Desde Sevilla los viajes a Córdoba eran frecuentes y así relata Ibn Arabí su fugaz pero trascendental encuentro con quien fuera uno de los mayores filósofos del Medioevo junto a Santo Tomás de Aquino: "Pasé una jornada en Córdoba, en casa de Abú al-Walid ibn Rushd (Averroes), quien anteriormente había expresado su deseo de conocerme personalmente. En aquella época yo era todavía un joven imberbe. Al entrar en su casa, el filósofo se levantó para acogerme con grandes signos de amistad y afecto y me besó. Después me dijo: '¿Sí?', y yo le respondí: 'Sí'. Mostró alegría al ver que le comprendí. Al observar el motivo de su júbilo, le dije: 'No'. Entonces Ibn Rushd se sorprendió, palideció y diríase que dudaba de sí mismo. Seguidamente me hizo la siguiente pregunta: '¿Qué respuesta has encontrado a las cuestiones de la Revelación y de la gracia divina?, ¿coincide tu respuesta con la que se nos da en el pensamiento especulativo?'. Y yo le contesté: 'Sí-No', 'Y entre el Sí y el No los espíritus vuelan más allá de la materia y las cabezas se separan de los cuerpos'. Al escuchar esto, Ibn Rushd palideció e incluso tembló y escuché sus labios murmurar:

quarta-feira, 9 de fevereiro de 2011

KIKO, SALUD!...arriba TRIANA! A nuestros HIJOS!




PALABRAS PARA JULIA

Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.

Hija mía es mejor vivir
con la alegría de los hombres
que llorar ante el muro ciego.

Te sentirás acorralada
te sentirás perdida o sola
tal vez querrás no haber nacido.

Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto
que es un asunto desgraciado.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.

La vida es bella, ya verás
como a pesar de los pesares
tendrás amigos, tendrás amor.

Un hombre solo, una mujer
así tomados, de uno en uno
son como polvo, no son nada.

Pero yo cuando te hablo a ti
cuando te escribo estas palabras
pienso también en otra gente.

Tu destino está en los demás
tu futuro es tu propia vida
tu dignidad es la de todos.

Otros esperan que resistas
que les ayude tu alegría
tu canción entre sus canciones.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti
como ahora pienso.

Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.

La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares
tendrás amor, tendrás amigos.

Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.

Perdóname no sé decirte
nada más pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.

Y siempre siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.


José Agustín Goytisolo