sábado, 31 de outubro de 2009

"EL CACHORRO de TRIANA"

Leyenda sobre el sobrenome del Cristo de la Expiración

Era el siglo diecisiete
y por el Barrio de Triana,
vivía un guapo gitano
al que "El Cachorro"apodaban.

Del color de la canela
era su bella cara gitana,
el pelo, de negro endrino,
cayendo como cascada.

El talle de fino junco,
frágil figura quebrada,
con esa gracia y donaire
que hacen honor a su raza.

La guitarra entre sus manos,
campana dulce y templada,
era replique de gloria
al compás de su garganta.

Por él bebían los vientos
las gitanas de la cava,
y soñaban con rendirse
en sus brazos, enamoradas.

Pero "El Cachorro" tenía,
pasado el puente de barcas,
prisionero el corazón
en una cárcel de nácar.

En el barrio de San Vicente,
a escondidas, una dama
le daba amores prohibidos,
prohibido por ser casada.

Coincidiendo con el tiempo,
cuando esta historia pasaba,
la Hermandad del Patrocinio
funda su casa en Triana.

Pidieron a Ruiz Gijón
escultor de mucha fama,
que El Cristo de La Expiración
con sus manos lo tallara.

El gran maestro en su taller
la inspiración no encontraba,
quiere que su Cristo llene
de fervor todas las almas.

Echa la capa en sus hombros,
y como una fuerza extraña
sus pasos lo van llevando,
por las calles de Triana.

Olor a muerte en el aire!
el silencio que gritaba,
negras sombras de agonía
en triste noche gitana.

La silueta tenebrosa
de un sombrero y negra capa,
por la cava y los tejares
iba pidiendo venganza.

Es un caballero hidalgo,
de noble honra y mucha fama,
que busca a "El Cachorro"
que le ha robado su dama.

Gritos en el altozano!
gritos rompiendo la calma,
la luna, muda cómplice,
de aquella sombra macabra.

Y en puñal de frío acero
hundía su lengua de plata
en el pecho del gitano,
y su vida se llevaba.

El rictus de la agonía
dibujo muerte en su cara,
quebrando aquel fino junco,
por amor, odio y venganza.

Ruiz Gijón entre la gente,
cruzo con él lamirada,
Cristo de la Expiración,
por fin, ya tengo tu cara!

Oh tarde del Virnes Santo!
tarde de Semana Santa,
olor a incienso y azahar
en la tarde Sevillana.

La Hermandad del Patrocinio
cruza en el silencio la cava,
murmullos y rezos se oyen,
saetas los gitanos cantan.

Y una llorosa voz grita,
dejando la sangre helada,
es "El Cachorro" "El Cachorro"!
mirad! no veis su cara?

Fueron en esos instantes
cuando el Barrio bautizara
a El Cristo de la Expiración
como a El Cachorro de Triana.

Capasa!..."a todos nos han cantado
en una noche de juerga
coplas que nos han matado."...VIVA TRIANA! VIVAN LOS TRIANEROS!